
Las siguientes, son algunas reflexiones de Karl Albrecht (extractadas de la revista "Gestión") acerca de cómo administrar culturas en las que florezca el conocimiento:
"La "era de la información" debería denominarse, en realidad, "era del conocimiento". Hay una enorme diferencia entre ambos conceptos. En las dos últimas décadas, los líderes de negocios cometieron el error de poner énfasis en los datos y en la información, sin haber terminado de entender la importancia del conocimiento como fuerza impulsora del éxito comercial. A pesar del respaldo recibido por la idea del conocimiento como "nueva materia prima", el pensamiento del management no evolucionó lo suficiente como para encarar estos nuevos desafíos. No podemos gestionar exitosamente la "tercera ola" con ideas de la "segunda".
Y ahora viene un nuevo cambio de paradigma que nos llevará de gestionar el trabajo con cosas a gestionarlo con el pensamiento.
Un error inicial
Los primeros intentos por promover la "gestión del conocimiento" como una aplicación de la IT fracasaron, principalmente, por estar anclados en la manera de pensar de la "segunda ola".
La idea de que algo tan orgánicamente diverso y dinámicamente productivo como el conocimiento humano pueda ser "gestionado" tuvo, desde el comienzo, defectos garrafales. Y, más allá del hecho de que probablemente el conocimiento no pueda gestionarse, o tenga poco sentido hacerlo, la manera más segura de inhibir el desarrollo de un fenómeno espontáneo es tratar de "gestionarlo", de imponerle algún orden. Lo que sí podemos -y debemos- hacer es gestionar las circunstancias en las cuales el conocimiento florece. La auténtica propuesta del management, si hay alguna, es gestionar culturas del conocimiento.
La primera ola del movimiento de gestión del conocimiento fue perdiendo rápidamente sustento al fracasar, uno tras otro, los abordajes tecnológicos errados. El concepto del conocimiento como propuesta cultural compartida (algo para alimentar más que para gestionar) ha abierto una nueva dimensión del pensamiento estratégico y organizacional.
El "vacío inteligente"
Según Jeff Taylor, CEO del servicio online de búsqueda de empleo monster.com, "el trabajador del conocimiento será, cada vez más,el centro de desesperación de las compañías". Al comparar el tipo de habilidades que buscan las empresas con las ofrecidas por los aspirantes, Taylor descubrió un vacío alarmante. A las organizaciones les está resultando cada vez más difícil encontrar trabajadores que sepan usar su materia gris.
Parte del "vacío inteligente" es la carencia de inteligencia práctica, que es la capacidad de pensar en forma clara, fluída, constructiva, sistemática, conceptual y productiva. La mayor parte del sistema educativo público fracasó, totalmente, en su intento de aportarle al mundo de los negocios jóvenes ciudadanos capaces de pensar.
En consecuencia, muchas empresas se convirtieron en educadores de última instancia. Caso todas las organizaciones, cualquiera sea su tamaño, han invertido durante años en la educación y el desarrollo de carrera de sus empleados. Lo que puede estar cambiando ahora es el énfasis puesto en determinadas habilidades.
Numerosas grandes organizaciones utilizan los cursos internos de capacitación y los programas de seminarios públicos para enseñarles a su gente clave habilidades tales como "pensamiento crítico", "pensamiento creativo", "resolución de problemas y toma de decisiones", e incluso "inteligencia emocional". Es probable que, en el futuro, muchas firmas inviertan aún más en este tipo de habilidades del conocimiento, y que estos programas de desarrollo reciban una atención creciente por parte de los ejecutivos decididos a resolver el problema del vacío inteligente en sus organizaciones. No es exagerado decir que el último activo no explotado en los negocios es la materia gris.
Un nuevo pensamiento de management para la nueva era
Los ejecutivos y líderes organizacionales enfrentan, fundamentalmente, dos opciones. Una es continuar retrocediendo a ciegas en la era del conocimiento y en la economía del conocimiento de la "tercera ola", permitiendo que las opciones estratégicas les sean dictadas por el "clero" tecnológico. La otra consiste en ponerse un sombrero de pensamiento totalmente nuevo y diferente, e involucrarse creativamente en la construcción de un paradigma integramente nuevo relativo al éxito organizacional, lo cual constituye una oportunidad que se presenta una sola vez en el siglo.
Si los ejecutivos piensan en su misión como la de desarrollar y sostener "culturas del conocimiento" inventarán toda una gama de nuevas estrategias, puntos de vista, prioridades y principios de liderazgo, y se involucrarán -por primera vez seriamente- en los desafíos y posibilidades de la "tercera ola".
Más allá de las consecuencias de esta "tercera ola" de datos, información, conocimiento y sabiduría, tal vez ya estemos comenzando a vivir las primeras experiencias de la "cuarta ola", que bien podría ser la "ola del cerebro"."
No hay comentarios:
Publicar un comentario