viernes, 28 de marzo de 2008

Sobre la Credibilidad

La confianza es el principal factor aglutinante en la organizaciones y, por lo tanto, es una competencia clave de los líderes. Stephen Covey la analiza en su libro "El factor confianza", Paidós. (fuente: Management Herald, Marzo 2008)
Los cuatro focos de la credibilidad
Hay cuatro factores que generan credibilidad, tanto para uno mismo como para los demás. Los primeros dos focos tienen que ver con el carácter y los dos segundos, con la competencia. Y los cuatro son necesarios para la confianza en uno mismo.
Foco 1: Integridad
El primer foco engloba la cuestiones relacionadas con la integridad. Es lo que se le ocurre primero a la mayoría de la gente cuando se piensa en confianza. Para muchos la "integridad" significa, esencialmente "honestidad" Aunque la integridad implica honestidad, es algo mucho más amplio. Es la integración; es hacer lo que dices; es ser congruente, por dentro y por fuera; es poseer coraje para actuar con arreglo a los valores y las creencias.
Foco 2: Intenciones
El segundo foco engloba las cuestiones relacionadas con las intenciones. Tiene que ver con las motivaciones, las prioridades y la conducta resultante. La confianza surge cuando nuestras intenciones están claras y se basan en el beneficio mutuo; en otras palabras, cuando nos preocupamos sinceramente no sólo por nosotros mismos, sino también por las personas con las que interactuamos, a las que lideramos o servimos. Cuando sospechamos que alguien alberga alguna intencióin oculta o no creemos que esté actuando por nuestro bien, sospechamos de todo lo que dice o hace. Tanto la integridad como las intenciones con cuestiones relacionadas con el carácter.
Foco 3: Capacidades
El tercer foco contempla las cuestiones relacionadas con las capacidades. Son las aptitudes que poseemos que inspiran confianza: talentos, actitudes, destrezas, conocimientos y estilo. Son los medios que utilizamos para alcanzar los resultados. Un médico puede ser bueno y moverse por motivaciones positivas, pero a menos que posea formación y conozca las técnicas para desarrollar la tarea que tenga entre manos (neurocirugía, por ejemplo), carecerá de credibilidad en ese terreno. Las capacidades también guardan relación con nuestra aptitud para infundir, cultivar, desarrollar y recuperar la confianza.
Foco 4: Resultados
El cuarto foco contempla cuestiones que giran en torno a los resultados. Se refiere a la trayectoria, al rendimiento, a conseguir hacer las cosas. Si no logramos lo que se espera que hagamos, nuestra credibilidad disminuye. En cambio, cuando alcanzamos los resultados prometidos, nos granjeamos una reputación positiva de alto rendimiento, de persona que logra objetivos... y la reputación nos precede.
Tanto las capacidades como los resultados son cuestiones relacionadas con la competencia.

Liderazgo Eficaz

El experto en liderazgo George Kohlrieser reflexiona sobre las cualidades que distiguen a los líderes eficaces (fuente: "Carta de Noticias", marzo 2008)

"Dirigir un equipo de trabajo siempre es una tarea ardua. Los líderes deben tener determinadas cualidades personales para conducir a un grupo de personas con un bagaje de emociones, sentimientos, capacidades, virtudes y defectos diferentes. Pero también dirigirlas es un juego de emociones y sensaciones contínuas. Todo el tiempo pueden vivirse situaciones que cambian la perspectiva de las tareas o de las responsabilidades.
Una de las características más importantes del líder consiste en tener una estrategia y saber hacia donde se dirige, aunque también debe poseer la flexibilidad para ajustarse a los cambios. Además, es necesario que sepa fomentar un buen vínculo con los seguidores y sea capaz de inspirarlos e involucrarlos en los objetivos. Cuando un líder construye este tipo de relación con su equipo tendrá el potencial para lograr el alto desempeño, tanto individual como grupal. En definitiva, logrará extraer lo mejor de cada uno.

El nuevo líder
Hay un cambio en el viejo estilo de liderazgo (caracterizado por las órdenes estrictas de jefes con todas las respuestas que conducen a su gente hacia metas claramente definidas), por un nuevo estilo en el que los líderes inspiran, apoyan y alientan a las personas para que estén motivadas. En este paradigma, los líderes no tienen todas las respuestas e incluso acuden a otros miembros de su propio equipo ante determinadas situaciones, quienes muchas veces, saben más que él.
Este nuevo líder debe adaptarse y ser capaz de pensar cuál es la mejor manera de asumir riesgos constructivos que le permitan alcanzar mejores resultados. Las organizaciones necesitan líderes que ayuden a proteger y desarrollar el talento de cada uno de sus miembros. Además, tienen que consolidar los vínculos con los empleados para que éstos se sientan bien tanto con él como con su trabajo, porque así se logra que le den a la compañía lo mejor de sí. Cuando la gente no está contenta con su tarea, los primeros en dejar la empresa son los más talentosos. Y, por el contrario, es más dificil que los talentos se desvinculen cuando la relación con el jefe les brinda seguridad y bases firmes. La inspiración es en realidad el principal aliado de un buen jefe y determina la retención del talento.
Aún los líderes introvertidos tienen que aprender a expresar la pasión y ser auténticos, porque eso lleva a la gente a confiar en ellos. Claro que, si es demasiado extrovertido y constantemente hace alarde de su papel de jefe, perderá autenticidad. El punto crítico consiste en desarrollar líderes que sientan pasión por lo que hacen y que puedan usar el poder del lenguaje para influir en la gente. Para capacitar este tipo de líderes se necesita coaching, un aprendizaje contínuo, entrenamiento y feedback por parte del equipo. Además, deben saber sin lugar a dudas cómo inspirar a las personas.

El líder ante situaciones críticas
Los líderes tienen que saber detectar con exactitud cuál es la crisis y qué la motiva, así como cuáles son las necesidades de su equipo y de la organización para comprometer a su gente. Eso significa que deberá tomar decisiones difíciles y realizar cambios que no siempre van a agradar o caer bien a sus seguidores. Durante las crisis, los líderes que saben manejar las emociones de su gente se convierten en una especie de lugar seguro en el cual el equipo se siente menos desorientado. En cambio, los líderes que se asustan ante un problema u obstáculo sólo consiguen que la crisis empeore. En estos casos, el error más común es focalizarse demasiado en los objetivos y olvidarse de que, para conseguirlos, deben crear un vínculo con la gente y su equipo. Otra equivocación habitual es el temor al conflicto, razón por la cual, los líderes lo evitan y empeoran aún más la situación, dividiendo al equipo. El tercer error común es no permitir que las personas se desarrollen y crezcan. En este sentido, estoy convencido de que tienen que permitirles equivocarse, darles nuevas oportunidades y presentarles desafíos para que puedan seguir aprendiendo. Muchas veces los líderes están concentrados en que los números cierren y se olvidan de cuán importante es la gente."

lunes, 17 de marzo de 2008

¿Por qué las Empresas Toman Pobres Decisiones?

Son conducidas por personas inteligentes, trabajadoras y bien intencionadas, sin embargo, las organizaciones toman pobres decisiones y cometen errores, muchos errores. ¿Por qué? ¿Cuál es la causa? En What Were They Thinking, Jeffrey Pfeffer plantea estrategias para dar respuesta a estas preguntas (fuente: Management Herald, enero 2008)
"Parecerían ser tres los temas que ayudan a explicar de qué modo las compañías toman decisiones pobres: 1) la importancia de considerar los efectos de la retroalimentación, la idea de que las acciones muchas veces tienen consecuencias no intencionales; 2) los inocentes, demasiado simplistas y casi mecánicos modelos de personas y organizaciones que parecen dominar tanto el discurso como la práctica, y 3) la tendencia a complicar en exceso lo que con frecuencia son sencillas elecciones. Al considerar estas ideas y sus implicaciones, creo que es posible, en muchas situaciones, llegar a un mejor entendimiento de qué hacer y cómo tomar mejores decisiones.
Parte I - Estrategias centradas en las personas
1. La cara del negocio. Son las personas y no el software las que construyen las relaciones con los clientes.
Debería ser obvio que construir y mantener una relación con un cliente comienza con la experiencia del cliente. Y esa experiencia depende en su gran mayoría de las interacciones con los empleados de la compañía, quienes verdaderamente son la "cara del negocio".
2. Haciendo que una compañía se parezca más a una comunidad.
Manejar las compañías como comunidades es efectivo por varias razones. La primera es que las personas son esencialmente sociales, criaturas filiales que disfrutan de estar con otras personas. Asegurar que las inclinaciones sociales naturales sean nutridas por las prácticas básicas de la administración es simplemente consistente con la más fundamentasl psicología humana, y aumenta la satisfacción que las personas sienten al estar en su trabajo y la fuerza de los lazos sociales que ayudan a ligarlos con la compañía.
Segundo, construir un sentido de comunidad ayuda a superar el dominante sentido de alienación y desconfianza tan predominantes en los lugares de trabajo actuales.
Tercero, uno de los mayores agentes de estrés de la vida contemporánea es tratar de balancear las demandas del trabajo y la familia. Incorporar las relaciones familiares y la preocupación por parte de la organización disminuye los conflictos y los problemas asociados.
3. De qué modo las compañías se hacen más inteligentes. Asumiendo riesgos y cometiendo errores.
Las frases "organización que aprende" y "mejoramiento contínuo" se han convertido en clichés de la administración. Sin embargo, pocas compañías realmente adoptan las prácticas administrativas que se requieren para ayudarlas a ser más inteligentes.
El aprendizaje organizacional requiere tres elementos: una clara comprensión de los problemas recurrentes, el deseo de destinar recursos para descubrir las causas profundas de esos problemas y valores culturales que fomenten el aprendizaje, lo que significa alentar a los empleados a encontrar, solucionar e informar sobre los errores mas que arreglar heroicamente las cosas y tapar el problema.
4. Por qué los empleados deben liderarse a sí mismos
Cuatro cosas suceden cuando las personas son más responsables por el resultado colectivo de una organización y desarrollan más de una tarea. Primero, una de las mejores maneras de aprender algo es haciéndolo. Segundo, sin una figura central fuerte a quien dirigirse, los miembros, invariablemente, no sólo hacen más cosas, sino que inician y son dueños de sus propias acciones. Tercero, las personas utilizan más sus talentos personales, habilidades y energía en los intereses de la empresa porque están totalmente comprometidos. Y cuarto, al tomar más responsabilidades, realizar más tareas y compartir la toma de decisiones, los miembros aprenden a defenderse a sí mismos, a comunicar sus ideas en forma más efectiva y a lidiar con el rechazo cuando, en un momento dado, no consiguen lo que quieren.
Parte II - Creando lugares de trabajo efectivos
1. Deje de hurgar en los bolsillos de sus empleados, así nunca arregla nada
Es dificil tener empleados motivados y comprometidos cuando sienten que han sido abusados y maltratados, que se les han pedido sacrificios no compartidos por otros y que se ven forzados a pagar los errores estratégicos de los directivos.
2. ¿Por qué espiar a los empleados? Construyendo confianza en el lugar de trabajo
La receta es simple. Antes de implementar la última tecnología para controlar a sus empleados, pregúntese qué es lo que piensa sobre las personas que trabajan con usted. Si no confía en sus empleados, quizás debería contratar a otros. Si confía en ellos, o espera construir una relación de confianza, trátelos en forma acorde.
3. ¿Todo trabajo, nada de juego? Quizás las largas horas de trabajo no sirven
Es tiempo que las compañías que han hecho de las largas noches de trabajo y los cortos fines de semana una prueba de lealtad acepten que el mito de muchas horas de trabajo y ningunas vacaciones es falso. En un mundo de negocios cada vez más dependiente del trabajo creativo y el capital intelectual, cuidar a las personas que espera sean la fuente de su éxito parece la mejor estrategia. Y frente a los cambiantes valores laborales de las generaciones que se incorporan a la fuerza de trabajo, las compañías pronto no tendrán más elección que adaptarse. Aquellos lugares que lo hagan primero y con más éxito seguramente estarán en una mejor posición competitiva
4. Los curriculums no dicen todo. Elija a las personas por lo que pueden hacer, no por lo que pudieron haber hecho.
Contratar personas con verdaderas habilidades y capacidad de liderazgo es dificil, pero vital para organizaciones de todo tipo y tamaño. No es dificil encontrar una persona que hable bien y tenga un curriculum perfecto, pero sí lo es encontrar personas que inspiren respeto y que ayuden a otras a trabajar en forma más eficiente y mejor. Las organizaciones invertirían bien su tiempo si lo utilizaran tratando de descubrir quién es una persona en realidad y qué es lo que efectivamente puede hacer.
Parte III - El poder del juego. Repensando el liderazgo y su influencia
1. El coraje de sobresalir. No tenga miedo de destacarse
Muchas personas obtienen cierto grado de éxito al destacarse dentro de una multitud, pero permaneciendo en ella. Hacer las cosas para sobresalir realmente -para empujar sus carreras y construir relaciones con las personas que tienen el poder- significa que a algunas personas no les gustará y que sentirán envidia por usted. Pero algunas personas están dispuestas a pagar ese precio para tener éxito.
2. Cómo encender el encanto. Construyendo influencias a través de una verdadera interacción persona a persona
Si su jefe o un colega hace otra cosa mientras está hablando con usted (atender su teléfono celular o revisar sus mails, por ejemplo), le está enviando un mensaje directo y poderoso: usted no es tan importante como el próximo e-mail o llamada telefónica que reciba. Y esa es una mala señal.
Las conclusiones que podemos sacar sobre este tema es que uno de los principios más importantes es ser educados y ponerse en el lugar de la otra persona. El segundo principio es que, dentro de lo posible, conviene realizar los negocios en persona, quizás por teléfono, pero nunca conducir reuniones serias utilizando e-mails.
3. Toda la verdad y nada más que la verdad
La verdad es una especie en extinción en las organizaciones. A las personas que rozan la superficie de los problemas se les suele decir que no "juegan para el equipo" o que están siendo "demasiado negativas". Y el viejo adagio sobre matar al mensajero, o por lo menos ofenderse con él, todavía está vigente.
Admitir los errores no sólo ayuda a construir una cultura organizacional de decir la verdad, también ayuda a movilizar el esfuerzo. La moral se resiente cuando las personas no creen que sus acciones afecten el rendimiento de la organización. Atribuir los errores a fuerzas fuera de nuestro control alimenta una cultura de impotencia. Admitir los errores es el primer paso hacia la recuperación. Pero nadie lo hará hasta ver a los líderes de la organización hacer lo mismo.
4. Rehusarse a perder. La insistencia paga
La determinación o la persistencia, tanto para una compañía como para un individuo, no significa continuar haciendo lo que ha funcionado en el pasado. El éxito requiere aprendizaje y adaptación. Lo que la persistencia implica es la cualidad de no darse por vencido, de ser capaz de obtener algo de la nada, de ajustar continuamente las tácticas y estrategias pero manteniendo el curso firme, superando contratiempos y obstáculos en el camino."

Competencias de un Líder

El experto en temas de desarrollo organizacional Warren Bennis detalla en su libro Managing for Dream las competencias básicas que comparten los líderes. Sin importar su perfil, estas competencias son:
- Manejo de la atención: a través de una visión, un "sueño" que fije claramente el objetivo y la dirección para la acción.
- Manejo de los significados: comunican de tal manera su visión que la convierten en fuente de significado para quienes los siguen.
- Manejo de la confianza: la confianza como aglutinante fundamental de toda organización.
- Manejo de sí mismo: se conocen bien en sus fortalezas y debilidades, y no vacilan ante el riesgo.
Las implicancias de estas cualidades en la organización son esenciales ya que, fundamentalmente, fomentan el empowerment. La gente se reconoce parte de la comunidad e identifica la importancia de su contribución a la misma, sintiendo que su aporte es crítico para el éxito. Nadie es obligado a actuar sino que es "instado"a hacerlo. El esforzarse en pos de objetivos compartidos es lo que da significado a la tarea y es allí donde está el corazón del espíritu de equipo. Así el liderazgo motiva por la identificación antes que por el castigo o la recompensa. El líder tiene que crear una cultura donde las ideas fluyan libremente, no para "resolver" problemas sino para encontrarlos, y en la que la gente sienta que es el centro de la acción en lugar de la periferia.
Junto a estas competencias los líderes deben agregar siete atributos:
- Competencia técnica.
- Capacidad de conceptualización.
- Historial de logros.
- Habilidades interpersonales.
- Gusto por el talento.
- Buen juicio.
- Carácter.
Finalmente, estos líderes se destacan en:
1. Estimular el capital intelectual: reconocen y utilizan el capital intelectual encubierto de sus colaboradores instándolos a emplear el 100% de su capacidad. Invierten en la capacitación de su personal y no vacilan en rodearse de gente que los supera en talento si eso es bueno para la organización.
2. Transformar la organización: los procesos de cambio son el resultado de una planificación cuidadosa y gradual, y no de la imposición. Este proceso reconoce la existencia de una cultura organizacional y de una estructura informal que es esencialmente conservadora. El cambio será más efectivo cuando se logre con el compromiso y la colaboración de todos los afectados.
3. Ser guías permanentes: constantemente recuerdan a la gente lo que es importante. El faro que proviene del enunciado de la visión y de los objetivos compartidos es lo que da propósito y sentido al trabajo. Si esto se olvida la organización se burocratiza.
4. Aceptan los errores: propios y ajenos. Los consideran como algo esperable producto de la misma acción. Se concentran en la tarea y no en justificar el pasado. Tal vez ven en el fracaso la puerta para una oportunidad.