lunes, 18 de febrero de 2008

Efectivo Proceso Decisorio

Las personas tomamos a lo largo del día gran cantidad de decisiones. Algunas son trascendentes y pueden llegar a cambiar nuestra vida, la de las personas que nos rodean o la de nuestras organizaciones. Otras, por ser rutinarias y sus impactos insignificantes, casi no son tenidas en cuenta. Sin embargo, todas hacen al resultado final de nuestras acciones y por lo tanto deben ser encaradas con un criterio lógico. Una secuencia de análisis que aumentará nuestra probabilidad de éxito al tomar decisiones es la siguiente:
- Establecer con precisión el propósito final que se desea alcanzar con la decisión. Elaborar una imagen mental clara de dónde estaremos cuando la decisión haya sido llevada a cabo.
- Identificar cuáles son los resultados que se esperan obtener, así como los recursos de los que se dispone para esta decisión específica. Establecer cuáles de ellos deben ser obligatoriamente satisfechos.
- Analizar una cantidad amplia de alternativas para la decisión y abrir el proceso a la participación de todos aquellos que luego se verán afectados por sus resultados. No debemos conformarnos sólo con aquella solución que más nos gusta personalmente, o con la primera que se nos presenta.
- Analizar los riesgos inherentes a cada alternativa de solución posibles. Es verdad que no todo puede ser previsto pero, si a poco de ser implantada, la decisión fracasa por algo que sí se podría haber anticipado las tardías excusas estarán absolutamente de más.
- En todo momento basarnos en información objetiva, revisar con la mente abierta aquellos paradigmas que podrían revelarse obsoletos y. como ha dicho Edward De Bono: "escuchar al corazón", pues en una intuición suele ocultarse, en ocasiones, la mejor solución para un problema.

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