
Thomas Davenport, en su libro "Thinking for a Living" detalla qué hacer para que estos trabajadores alcancen su máximo nivel de productividad.
Según Davenport, los trabajadores del conocimiento poseen algunos atributos en común:
- Les gusta la autonomía. A ellos no les gusta que se les diga qué hacer.
- No les gusta reducir su trabajo a una serie de pasos e indicaciones. Suelen resistirse a describir los pasos que siguen para llevar a cabo una asignación.
- El compromiso importa. Es poco probable que pueda obtenerse un gran rendimiento de ellos si no están comprometidos mental y emocionalmente con su tarea.
- Valoran el conocimiento y no lo comparten fácilmente. Es la herramienta que comercializan, el medio de su producción.
Para mejorar la productividad de los trabajadores del conocimiento es preciso administrar su tarea de una manera sustancialmente diferente de la utilizada en los sistemas tradicionales basados en el control. A efectos de administrar y mejorar la labor de los trabajadores del conocimiento se recomienda empezar por analizar su actividad laboral en términos de procesos.
Este trato de procesos impone una estructura formal: identifica un principio, un fin y un paso intermedio, clarifica quién es el cliente y cómo medirlo, y notifica cuán bien está ejecutándose el proceso y, en última instancia, cómo mejorarlo.
Una vez que la estructura de procesos se imponga en la tarea de los trabajadores del conocimiento, los objetivos de mejoras pueden ser incrementales o radicales. En una situación ideal, la estructura de proceso puede crear un clima en el que la innovación y la disciplina coexistan.
Esta aproximación al gerenciamiento de los trabajadores del conocimiento mantiene la rigurosidad del gerenciamiento de un proceso, pero puede resultar de alguna forma liberadora debido a que los trabajadores del conocimiento podrán concentrarse en los aspectos más creativos y desestructurados de su trabajo.
Por otro lado, se debe nutrir a los trabajadores del conocimiento de los recursos para adquirir las tecnologías necesarias para realizar su trabajo. Todos los días están apareciendo nuevas tecnologías para la administración de la información y el conocimiento personal que conlleva a un incremento en las habilidades individuales de los trabajadores del conocimiento. Es recomendable monitorear de cerca cuales son las tecnologías disponibles para ayudar a los trabajadores del conocimiento a mejorar sus habilidades naturales y, al mismo tiempo, analizar si estas tecnologías realmente agregan valor o si sólo se adoptan porque otros trabajadores del conocimiento las usan.
Finalmente, la mayoría de los trabajadores del conocimiento aprende a través de la experiencia y los contactos con otros trabajadores del conocimiento, por ende es responsabilidad de quienes administran el trabajo que producen, fomentar las comunidades de conocimientos para que interactúen en ellas y perdonar los errores honestos para que aprendan a través de la experiencia.
(extractado de "Management Herald")
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