jueves, 26 de febrero de 2009

No es tan Difícil Decir ¡No!

A muchas personas les cuesta decir ¡No!, y a muchas les cuesta escucharlo. Para el experto en negociación William Ury el secreto está en adoptar lo que él llama un "No positivo". Dice Ury:
"A menudo nos resulta difícil decir ¡No! cuando queremos hacerlo, y sabemos que deberíamos. O lo decimos, pero de una manera que frena el acuerdo y destruye las relaciones. Cedemos a las exigencias inapropiadas, a la injusticia y hasta el abuso, o nos embarcamos en una lucha destructiva en la que todos perdemos.
Para salir de esta trampa, debemos adoptar lo que llamo un "No positivo". A diferencia del No tradicional, que empieza con No y termina con No, el No positivo empieza con Sí y termina con Sí. Decir No de una manera positiva significa, primero, decirnos Sí a nosotros mismos, y a nuestros valores más profundos. Cuando Juan, ejecutivo de una empresa familiar tuvo que decirle No a la exigencia de su padre (y jefe) de que se ocupara del negocio durante el feriado de Navidad por enésimo año consecutivo, recurrió a un Sí más profundo a su familia y al respeto por su persona. Le dijo a su padre: "Mi familia me necesita y me propongo pasar con ella mis vacaciones de Navidad". A continuación, Juan fijó un límite claro, en tono respetuoso: "No voy a trabajar esta Navidad". Sin embargo, no terminó con ese No sino con una propuesta positiva. Le explicó a su padre cómo organizaría el trabajo en la oficina para que se hiciera todo lo que debía hacerse, mientras él destinaba el tiempo que necesitaba a su familia.
Conclusión: el No positivo es una secuencia Sí-No-Sí. El primer Sí expresa las necesidades y los valores de la persona, el No consolida su poder, y el segundo Sí afianza la relación. La clave está en el respeto, tanto a nosotros mismos como al otro.
El No positivo representa el matrimonio entre las dos palabras esenciales del idioma: Sí y No. El problema actual es que divorciamosa nuestros Sí de nuestros No. Sí sin No es contemporizar, mientras que No sin Sí es declarar la guerra.
El Sí sin No destruye nuestra satisfacción personal, y el No sin Sí destruye nuestra relación con los demás. Los necesitamos a ambos, y juntos. Porque Sí es la palabra clave de la comunicación, y No es la palabra clave de la individualidad. Sí es la palabra clave de la conexión, y No es la palabra clave de la protección. Sí es la palabra clave de la paz, y No es la palabra clave de la justicia. El arte máximo consiste en aprender a integrarlas, a unirlas en matrimonio. Este es el secreto para defender lo que sentimos y lo que necesitamos sin destruir acuerdos importantes ni relaciones valiosas."
(Fuente: Revista "Gestión", Nov-Dic 08)

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